La segunda solución se basa en una cámara termográfica dual para detección de fiebre con capacidad de medir la temperatura con una precisión de hasta ± 0.5ºC a una distancia entre 4 y 9 metros de distancia. La cámara incorpora un algoritmo basado en inteligencia artificial para la detección de caras y una alarma sonora que se activará cuando la temperatura medida en una cara supere la preconfigurada como alarma. Esta tecnología ofrece una relación calidad-precio bastante optimizada dentro del ámbito de cámaras termográficas para medición de temperatura, ya que está ofreciendo una detección y medición de temperatura facial de hasta 30 caras a la vez con una precisión muy elevada.

También existe la posibilidad de incorporar un equipo de reconocimiento facial, por si se quiere realizar una segunda revisión. Se podrían realizar búsquedas por diferentes departamentos dentro de una misma empresa o incluso buscar a partir de una imagen cualquiera. Además, presenta una interfaz de cara al usuario intuitiva con la información de temperatura necesaria para una monitorización sencilla.